Reflexiones de la madre vintage: Incorrecciones.

Hace unos días, de la manera más tonta, la madre vintage acabó preguntándose y respondiéndose a sí misma sobre la corrección política. Porque ella es muy de preguntarse y responderse, de abrir diálogos mentales, y a veces reales, consigo misma. Y también es muy de café solo sin azúcar, lo que, según estudios contrastados de no sé qué y cuántas universidades americanas, la convierten en una psicópata potencial. Ahí queda eso. Yo ya les he avisado.13161137_984030601711874_1126721111_oPero no nos desviemos. El caso es que se suscitó en instagram un debate, más bien una conversación, acerca de libros de nuestra infancia de los que guardamos un grato recuerdo y que con el tiempo y su relectura con los herederos nos resultan políticamente incorrectos. Antes de nada, y para evitar pérdidas de tiempo innecesarias en ustedes, queridos followers, ya les anuncio que la que suscribe no es nada partidaria de ese tipo de correcciones. Qué quieren, es lo que tiene ser madre salmón, que el pensamiento único no entra dentro de sus planes.13170579_984030588378542_1300612628_oSi nos ponemos a analizar los cuentos infantiles, casos a patadas hay plagados de incorrección política. La madre de Caperucita y cualquier madrastrona de los cuentos clásicos exigiría una intervención por parte de los servicios sociales hoy en día, los tres cerditos denunciarían al lobo por acoso y cualquiera de las princesas Disney tendrían motivos suficientes para la separación. Eso en lo fantástico. En la literatura más real, la mayoría de los libros para niños (¡y para adultos!) no superarían la crítica del respetable o del dirigente de turno por herir esa sensibilidad política tan correcta. Lo que no hieren es la realidad. Hace cien años la sociedad era distinta, a veces mejor, a veces peor, es cuestión de perspectivas. Distinta. Nos guste o no. Choque con nuestra ideología o nuestro sentimiento o no. El concepto de lo políticamente correcto es reciente y encorseta la realidad y el pensamiento. Salirse de sus límites conlleva mofa, befa y escarnio en plaza pública, pero es altamente recomendable, por salud e higiene mental y democrática. Y porque como sigamos así, vendrá incorporada en el corrector de whatsapp, junto a los emoji, la opción «corregir según la ortodoxia del momento.» Y de ahí a Farenheit 451 hay un paso.13148235_984030625045205_2053452566_oCreo en la educación, ésa que nos hace callarnos lo que pensamos por respeto a nuestro interlocutor o para no herir a los demás. No creo en esa ley no escrita que nos dice cómo debemos actuar o pensar para que no nos señalen, porque lo establecido es que digas, hagas o pienses lo que se espera de ti. Políticamente incorrecto era que las mujeres votaran. Políticamente incorrecto era tratar a la raza negra como seres humanos. Afortunadamente a lo largo de la historia ha habido muchas incorrecciones. Benditos sean los librepensadores.

¡Feliz Miércoles!

Mary Wilson

7 comentarios en “Reflexiones de la madre vintage: Incorrecciones.

  1. Pues mira…qué quieres que te diga…el texto debía de ser interesante pero no me puedo concentrar…esas fotos no pueden enamorarme más!! 😍😍😍 pero pordiosbendito…qué luz. ..qué enfoque. ..qué nena tan reguapa. ..ese vestido con ese lazo y la tira bordada en el cuello y las mangas…el tejido a rayas como rústico….esas ventanas antiguas de madera con forjas… (sí..me fijo en cosas como las forjas de las ventanas jajajaa). Otro día ya si eso leo el texto. Edito: era bromita…me ha parecido too much interesting. Un beso.

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  2. Cristina, no nos puedes poner un texto tan intereante como el de hoy y estas super fotos, jajajajajajajaja! que maravilla de fotos!!!!!!!!!! y sin duda alguna viva todos los librepensadores!!!!!!!
    Por cierto a nosotras no se nos ocuirrio nunca llevar casco montando en bici cuando eramos pequeños , ni llevabamos cintruon en el coche???????? 😉 y no nos llevabamos las manos a la cabeza!!!!!!!!

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