Palabras para Julia: Señales.

Cuando sonríes sin motivo aparente. Y se iluminan tus ojos y tus dientes apretados se asoman entre los labios y una música bailarina y alegre pone la banda sonora del momento. Y se te arruga el botón de la nariz y ocultas tu rostro entre las manos, en un gesto de vergüenza lleno de ternura.

Cuando te esfuerzas, con la lengua asomando a un lado y la mirada concentrada en la tarea, sujetando con los dedos apretados el lápiz, ahora borrando, ahora pintando, y concluyes el hercúleo trabajo con cara de satisfacción y el consabido «mia, papá» que conserva tu idioma preescolar.

Cuando llegas corriendo, casi sin resuello, con el miedo en los ojos y el corazón en la boca, buscando refuerzos para curar al amigo que se ha herido en el parque, y te sientas a su lado para que pueda seguir jugando y no se quede solo.

Cuando, sin dar importancia a tus manos vacías, compartes y repartes tu tiempo, tus ganas, tus fantasías y tus tesoros a cambio de nada, y consigues llevarte aún así mucho más de lo que regalas.

Cuando nos encontramos con alguien por la calle y le das los buenos días, y buscas algo bonito que decirle o que preguntarle y demuestras que te importa el mundo, la gente y la vida.Cuando encuentras recuerdos de otros tiempos, olvidados en bolsillos, y los miras con nostalgia, y una veta de nostalgia te revuelve la mirada y el pecho, y corres a abrazarnos fuerte y largo, con una tristeza dulce como azúcar de feria.

Cuando tus morros enfurruñados y tus brazos cruzados se ponen en huelga después de haber pasado a la acción y la distancia que había entre nosotras se disipa con las palabras mágicas y el beso más tierno de la historia de los besos.

El mundo es un lugar mejor porque tú existes. Aunque haya días grises, aguas turbulentas y humos que cieguen los ojos.  Gracias por mandarme señales que me lo recuerden incluso en esos momentos.

¡Feliz Miércoles!

Mary Wilson