Reflexiones de la madre vintage: la vuelta al cole.

Debe ser que tengo el sentido del humor donde amargan los pepinos. O que como en alguna ocasión he pensado soy un experimento de un centro de investigación sociológico de un planeta perteneciente a alguna galaxia muy lejana y por supuesto ajena al Sistema Solar, que ha decidido enviar al planeta Tierra a un alienígena, o sea, moi, a integrarse en las costumbres del lugar y a mandar información a su base para una posible invasión y/o dominación futura. O que he sido criogenizada a lo Walt Disney o congelada en carbonita como Hans Solo (confieso que esto me pone mucho más) y he despertado siglos después en una sociedad más ¿¿avanzada?? de lo que mis torpes y rancias neuronas pueden asumir y procesar. Me cuesta aceptar que ese tipo de cosas pasen, pero la explicación lógica da mucho más miedo que la irracional. r2Comenzó la temporada escolar y con ello la avalancha de referencias a la vuelta al cole en todos los medios de comunicación, incluidas las redes sociales. Y ahí estaba, haciéndose viral (que viene de virus, de esos feos que transmiten enfermedades),  el vídeo «en clave de humor» de esos padres que celebran el inicio de curso de sus hijos como si les hubiera tocado el Euromillón, o un retiro dorado en las Islas Caimán con acceso ilimitado a todas las cuentas de los paraísos fiscales. Deseando librarse de ellos, quitárselos de encima, colocarlos. Y festejando entre ellos como el gol del triunfo de España en el Mundial de Sudáfrica. Waka waka hey heyr4Insisto: debe ser que tengo el sentido del humor en las posaderas. Porque a mí, gracia, lo que se dice gracia, de la de es mucha risa y tal, cero. Ya tenía yo un nudo en el estómago esa mañana desde que despedí a la heredera a la puerta de casa, cosa que no me impide engullir como si estuviese a punto de entrar en un búnker y almacenar reservas por si un ataque nuclear o bélico fuera a tener lugar, pero eso es otro cantar. El caso es que ese nudo se me acrecentó al ver aquello y derivó en un revoltijo de tripa, unas náuseas, una dentera… que si no fuera porque sabía de dónde venía, hubiera corrido a hacerme un test de embarazo, lo cual hubiera explicado mis dimensiones y aliviado mi conciencia gourmand. Pero no. Va a ser que no. r3«La echas de menos porque sólo tienes una.» Ñeeeeeeeec. Error, pero gracias por participar. La heredera, efectivamente, es una, para lo bueno y para lo malo: para la logística, para la economía, para la educación… para muchas cosas es más fácil cuando sólo tienes un hijo. Pero su condición exige también otro tipo de atenciones que no son necesarias cuando hay varios hijos. «Eres una madre sobreprotectora.» Ñeeeeeeeec. Error, vuelva a intentarlo. Nada más lejos de la realidad: no es una cuestión de protección, sino de emoción. «Eso te pasa porque estás dominada por el pensamiento machista que impera en la sociedad y el concepto arcaico de madre que hoy está superado.» Ñeeeeeeeeeeeeeeeeec. Error y game over. Arcaica y rancia, sí, más que las pinturas de Atapuerca, más que el papel de estraza, más viejuna que el hilo negro. Tengo dos años menos que los estancos, miren ustedes, pero esto no tiene que ver con ser más o menos moderno sino de una manera de ver la vida y la maternidad. Ya lo siento, queridos followers, perdónenme, pero a mí pasar menos horas al día con la heredera no me genera ganas de saltar ni me parece un motivo para celebrar. Más bien todo lo contrario, que ya saben que una es salmón y se pasa la vida corriente arriba. Se me está poniendo cara de trucha, no les digo más.r1Y sí, después de siete inicios escolares, ya estoy acostumbrada. Y no lloro, como una mayor. Si les cuento esto, además de porque no me puedo estar quietecita y de porque si no lo hago reviento, es porque por primera vez alguien me ha dicho que le pasa lo mismo y, a veces, saber que uno no está solo, reconforta, aunque sea camino del cadalso. Y por si acaso, hija, por si acaso.

¡Feliz Miércoles!

Mary Wilson

 

28 comentarios en “Reflexiones de la madre vintage: la vuelta al cole.

  1. Hola!
    Me ha encantado leer, con tu ironía y humor, lo que a mi me pasa con la vuelta al cole. Creo que me gusta menos a mí que a mis hijos. Y no solo por tener menos horas para compartir, disfrutar y aprender de ellos, sino porque los horarios, las prisas, los «venga, que no llegamos» empiezan a ahogarnos hasta limites insospechados. Odio volver a ser una «madre taxista» y dejar de ser la «madre payaso» que les acompaña en sus juegos.

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    1. En casa nos pasa lo mismo, ella tiene más ganas que yo porque es una disfrutona y porque así tiene que ser 😊 Y la rutina es un poco rollo y no deja disfrutar de cómo de verdad somos, pero cuando estás con gente que quieres es que todo el tiempo del mundo es poco!

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  2. Di que sí! A mi no me ha gustado ni un pelo el vídeo ese. Y me ha dado mucha pena que empiecen! Porque me lo he pasado muy bien este verano con ellos, básicamente. Me gusta estar por las mañanas sin prisa con ellos…en fin! Y dile a la q lo achaca que es porque tienes «solo» una, que yo tengo dos y también me pasa .muuuuackkksss!!!

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  3. Mis terribles mellizos empezaban el cole el lunes 12 y volvimos de un puente de 4 días en Cádiz el domingo por la noche, a eso se llama aprovechar las vacaciones. Y el lunes no fueron, ea, porque estaban cansados y porque me parecía un shock para ellos. A mi me gusta estar con ellos, y sin ellos también, no niego que cuando están con su padre disfruto muchísimo de mi condición de sola, pero eso es muy diferente. A mi me alucina que todo el mundo me diga, anda que estarás deseando que empiece el cole eh? Pues no!!! por qué? acaso yo estoy deseando volver a trabajar???? Por qué voy a ser tan perra de desearles los madrugones, los deberes y la rutina, con lo bien que están mis niños nadando en el mar!

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    1. Es que no tiene nada que ver una cosa con la otra. Todos necesitamos ratos de respiro, incluida la que suscribe, y momentos de esparcimiento personal al margen de nuestra condición de padres, pero una cosa es eso y otra esto, alegrarse de quitárselos de encima y no para que estén de juerga precisamente 😤

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  4. Esta época del año es un melodrama de los de llorar de verdad, como Candy Candy. Las horas que dedico a mis hijas, que se multiplican durante el verano, son de las más felices, divertidas y enriquecedoras que me ha ofrecido la vida, y ver cómo se reducen tan drásticamente cada mes de septiembre me sienta como un tiro emocional del calibre 9 milímetros parabelum.

    Añádele a eso que cada comienzo de curso es una despedida: primero el último año en infantil, luego el último año en el que hay función de Navidad, después el último año en que preparan algún tipo de acto para celebrar el día de la madre… Esas cosas, en fin, que nos ponen delante de las narices que la infancia de nuestros hijos se nos va tan rápidamente como se escapa entre los dedos la arena seca de la Playa de los Genoveses.

    Quizá esos padres que celebran poder estar menos tiempo con sus hijos sean de esos españoles, tan típicos, que aman el trabajo hasta el punto de sufrir cuando la dedicación a la familia les impide hacer frente a sus responsabilidades laborales y profesionales. Será que son de esa clase, tan española también, cuya pasión por la lectura y el conocimiento le hace celebrar que al fin haya en su casa la paz necesaria para sumergirse entre en sus libros. O quizá lo que pasa es que los padres, en general, son como nosotros, que los que se alegran de que ver menos a sus hijos son gente minoritaria, rara y chunga, y que ese vídeo viral no refleja la realidad de las familias de verdad, sino la imagen de la familia de la que gusta reirse al sistema del pensamiento único.

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  5. No te conozco pero sé que eres grande! Me encanta tu blog y el post de hoy ya es de enmarcar! Verdades como puños y además unas risas!! Quiero ser amiga tuya!!

    Muchas gracias!

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  6. aqui tienes a tora rarita que prefiere que sus hijas esten de vacaciones, que jamas me estorban y que van conmigo a todos lados!!!!!! con hi horario laboral me resulta mas facil cuando estan en el cole pero prefiero hacer viguerias con el tiempo y saber que estan libres de obligaciones escoalres y disfrutar con ellas de su tiempo!

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  7. Yo soy doña práctica, así que teniendo en cuenta que no he encontrado la manera de vivir sin trabajar (aún 😂) y que no voy a poder estar con el heredero y con su padre que son mi mejor compañía todo el tiempo y que además entiendo que tiene socializar y escolarizarse (yo lo de un tren que sale de Córdoba a las cinco y otro de Valladolid a las tres a una velocidad constante de x, dónde se encuentran? jamás sabré explicárselo) asumo con naturalidad que tiene que ir al cole. Dicho esto, no estoy deseando que llegue ese momento ni experimento ningún alivio por ello, ni mucho menos. Y hace años que me pasa que a veces estoy trabajando y entre una llamada y un contrato se me cuela en la mente su imagen bajando del autobús y diciéndome «amaaaa!» y de repente tengo una sensación muy cálida y me siento en paz con el mundo porque sé que en unas horas él se bajará del bus, me sonreirá, me dará un besito y nos iremos los dos juntos donde nos toque esa tarde aunque sea a reñir un rato porque ha dejado la mochila tirada en la puerta de casa o no se quiere duchar 😂😂 que a veces también estás deseando que llegue y luego te pasas la tarde discutiendo 😱. A mí me gusta pasar tiempo con él aunque a veces estemos haciendo cosas distintas porque sé que de manera natural esos ratos irán a menos y quiero disfrutar y estirar el tiempo con él todo lo que pueda. Me ha encantado el post.

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    1. Yo asumo su escolarización y la inexistencia en mi persona del don de la ubicuidad, además de que hay cosas que, a pesar de que una madre es, como Mary Poppins, prácticamente perfecta en TODO y que casi casi es omnisciente, por lo que sea, no voy a poder explicarle. Y a pesar de que en algunos de nuestros ratos juntas no estemos a partir un piñón y esas cosas, que también pasa porque una tiene la obligación de educar a sus vástagos y no de echar al mundo seres procedentes del averno, yo echo de menos todos los ratos que no podemos estar juntas porque me lo paso bomba con ella, porque es muy divertida y porque quiero enseñarle un montón de cosas que yo he descubierto del mundo y que no quiero que se pierda nunca. Y porque la quiero y junto con su padre es la mejor manera que conozco de pasar mi tiempo. Así que te leo y respiro aliviada porque en mis adentros grita una voz: ¡eso! ¡eso mismo!

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  8. Yo también tengo una hija. Sí, UNA… «solamente». La vida va y viene como le place y las circunstancias, de toda índole, marcan estos aspectos y estas decisiones. A lo que iba: estoy completamente de acuerdo contigo. De hecho, en una escala del 1 al 10, estoy «10 de acuerdo contigo». Que por qué?… Pues porque disfrutar de la maternidad y de mi hija siempre ha consistido, y consiste, en pasar la mayor parte del tiempo posible con ella. Cuando era pequeña ese tiempo era mucho. Ahora que es mayor, es menos, porque ella ya vuela sola en algunos (muchos) aspectos y a mí me reconforta y me llena de orgullo (y de cosquillas) el corazón, verla crecer y convertirse, poco a poco, en una mujer, adulta, maravillosa y feliz. Que si tuviera 7 hijos como 7 soles no pensaría lo mismo… Pues mire ud., oiga, no se lo puedo asegurar, porque no se ha dado el caso, pero mucho me temo que mis pasos andarían, más o menos, por los mismos derroteros: nunca me ha supuesto un ALIVIO la vuelta al cole, ni las colonias, ni las convivencias, ni nada que supusiera vivir una despedida y una separación, sin embargo mi hija ha participado en todo tipo de actividades de ese tipo porque a ella le apetecía y, en ese caso, seguro que era saludable y necesario para ella. Y no, ni la he sobreprotegido, ni está consentida, mimada, «algodonizada» ni nada por el estilo. Sólo la he querido, y la quiero, como nunca querré a nadie en este mundo.

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    1. Pues yo estoy 10 de acuerdo contigo. Como todo en la vida, es una cuestión de enfoque, de maneras de ser y de pensar. Mil gracias por pasarte por aquí y dejarme unas palabras tan bonitas y que ponen una sonrisa tan grande 🙂

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  9. Un poco tarde lo escribo (es que la vuelta al cole no me ha dejado tiempo para leerlo antes y me estoy poniendo al día) pero yo también sufro en esta época. Me da mucha pena (¡aunque tenga cinco!) y no me hace nada de gracia el vídeo del que hablas. Les echo de menos cuando no están. Y no me apetece tener que reñirles porque no llegan, ni agobiarles para que acaben ya de desayunar, ni estar todo el día con prisas. Yo no veo por qué esto es lo raro, y lo normal dar saltos de alegría cuando los niños se van al cole. Pero en fin, pensar, sentir y ser diferente me da igual (y, afortunadamente, me parece que a todos los que han comentado también)
    Gracias, una vez más, por tus post.

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    1. Afortunadamente, y no lo digo por mí, siempre hay algún espíritu libre que se sale de la corriente natural del pensamiento. Y gracias a ellos, no sólo no estamos solas, sino que se pueden cambiar muchas cosas. Es terrible que lo natural hoy sea desprenderse enseguida de los hijos y dar palmas con las orejas porque empiecen el cole. Un beso fuerte!

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