A final del curso pasado, porque las madres, y sobre todo las que somos más viejas que el hilo negro, medimos el tiempo en cursos, inaugurábamos a petición del respetable sección lectora chez Mamá Vintage, donde les daríamos cuenta de todos aquellos libros que nos han comido el corazón y nos han procurado horas de disfrute personal y/o insomnio nocturno, cosas que pueden ir de la mano, como los vástagos al cruzar las calles del mundo.
Con el inicio de este año escolar y el «retonno», como dirían nuestros idolatrados Martes y 13, a la actividad de esta su casa, queridos followers, les traemos nuevas recomendaciones, en el afán de que les proporcionen tantas satisfacciones como han dejado en los ánimos de la heredera y ésta que suscribe (y que lo es).
PARA MADRES (Y PADRES!) VINTAGE:
NOTAS DE COCINA DE LEONARDO DA VINCI, de Jonathan Routh (Temas de Hoy).
Desternillante recopilación de los inventos y aventuras en las cocinas y mesas de la época de este hombre del Renacimiento.
Les gustará: si les gusta la innovación en los fogones, si tienen sentido del humor, si son fans de Leonardo o tienen interés en cómo servir venenos en banquetes.
ÚLTIMAS TARDES CON TERESA, de Juán Marsé (Lumen).
Uno de los libros de siempre que merece la pena revisitar, que combina perfectamente una prosa exquisita con la novela romántica y social en la Barcelona de la posguerra.
Les gustará: si les va el vintage, si les gustan las historias bien escritas, o si la Ciudad Condal les tiene comido el corazón por dentro.
MI PLANTA DE NARANJA LIMA, de José Mauro de Vasconcelos (Libros del Asteroide).
Ambientado en Brasil en algún momento de los años ’70, cuenta, con tintes autobiográficos, las aventuras (y desventuras, como exige la frase hecha) de Zezé, un niño de cinco años, y su relación con Miguinho, su arbolito, a quien cuenta sus sueños y sus realidades. Ojo, se llora a chorros vivos. No digan que no lo avisé.
Les gustará: si les interesan los relatos de la infancia, o son fans del naturalismo y el realismo mágico o tienen mundo interior, como Pocholo.
PARA HEREDEROS:
ANA, LA DE TEJAS VERDES, de Lucy Maud Montgomery (El Toro Mítico).
Los clásicos juveniles son un must en casa de la madre vintage y este no podía ser menos. Cuenta la historia de una niña huérfana que llega a Tejas Verdes y cómo comienza a sentir y descubrir un mundo nuevo para ella. Una historia maravillosa y pedagógica, llena de ternura y sensibilidad .
Les gustará: si les gustan las palabras rimbombantes y las historias románticas, si son fans de las historias de principios del siglo XX , o tienen la imaginación a tope de pagüer.
EL PEQUEÑO NICOLÁS, de René Goscinny (Santillana).
¿Quién no conoce a Nicolás a estas alturas de la vida y de la literatura?No me refiero al español, queridos followers, sino al clásico francés. Un libro de historias divertidísimo sobre la infancia del protagonista, sus amigos y travesuras, siempre con ese toque de humor blanco tan delicioso que tienen los galos.
Les gustará: no conozco a nadie que no disfrute las aventuras de Nicolás, sea heredero o adulto. Y tiene unos puñetazos bárbaros para pasarlo fenómeno.
CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE, de Roald Dahl (Alfaguara).
Que en esta casa somos fans del autor no es noticia y este es uno de los títulos hiperrecomendables. La capacidad imaginativa, la deliciosa prosa y el humor son ingredientes habituales en Dahl que se suman a la historia delirante de la fábrica de dulces de Willy Wonka y cómo Charlie Bucket consigue visitarla.
Les gustará: si creen en la magia y los sueños, o si les gustan los caramelos a niveles oligofrénicos.
Y hasta aquí podemos (y debemos) leer. Stay tunned, que en sucesivas entregas les traeremos más propuestas lectoras. Y, si tienen a bien dejarnos las suyas en comentarios, les estaríamos eternamente agradecidos. O cualquier otra recomendación, que también será bienvenida y procesada convenientemente. De lo contrario corren ustedes el riesgo de que la madre vintage venga a hablar de su libro, y ya saben como acaba eso. Con gafotas de Paco Umbral.
¡Feliz Miércoles!
Mary Wilson