Retromisterios (I).

Hoy vengo a hablaros de misterios. Cosas, casos y sucedidos paranormales de la vida retro. Hay quien dirá que son coincidencias, casualidades… Yo me arriesgaré: son auténticos fenómenos extrasensoriales, encuentros en la cuarta o quinta fase, hechos sobrenaturales sin aparente explicación. Yo lo llamaría X, Expediente X, al más puro estilo 007.

A diferencia de otras casas que disponen de lavadoras hambrientas, en casa de la madre vintage los calcetines no desaparecen. No. Salen del tambor de dos en dos, como siameses. Ahora bien: existe una conspiración judeomasónica interestelar para hacer desaparecer estratégicamente los botones de las chaquetas y/o que se caigan justo al salir de casa, sobre todo cuando es más fácil perderlos. Por ejemplo al pasar por una alcantarilla para que se cuele por algún agujero. Esas cosas pasan. Y no es ese tal Murphy, no.

No aparecerán los botones, no, pero el bolso de la madre retro es un auténtico traslador de objetos en el tiempo. Sí. De cualquier época de la historia antigua. O del futuro. Lo mismo aparece una réplica de un guerrero samurái, que una llave que no corresponde a ninguna cerradura conocida o por conocer, que objetos no identificados que serán nombrados en el momento en que sean inventados. A día de hoy no se conocen. Si Mary Poppins hubiera visto ese bolso, hubiera quedado hundida en la miseria.Frecuentemente, mamá vintage siente presencias en el cuarto de baño. Pueden manifestarse en forma de voces, psicofonías, nada más cerrar la puerta del servicio. Suelen representar a una niña que llama a su madre. Estremecedor documento. Otras veces, mientras se ducha, nota como si alguien le acompañara durante el “momento higiene”. Es una sensación, un no estar sola, que no se puede documentar al no existir datos empíricos que lo demuestren. Pero ocurre.

Y, sorprendentemente, la madre vintage ha desarrollado un sexto sentido. Pero no es que en ocasiones vea muertos. Qué va. Es que es capaz de predecir el futuro. Ella sabe lo que va a pasar. Es algo que huele en el ambiente. “Se te va a caer…” Y no se sabe si por predicción o por amenaza, la cosa en cuestión termina en el suelo. A veces, es capaz de adivinar lo que ocurrirá con varias horas de antelación, incluso. “Hoy terminas llorando”. Y lo clava. Son fenómenos poltergeist sin los que la vida de la retro mamá no podría entenderse. Ni sería igual. Con estos sucesos del «más allá» al final pasa como con el vintage y con el chocolate. Te acostumbras y ya no puedes vivir sin él. También con los psicotrópicos, dicen, pero no dispongo de pruebas. Al menos por ahora.

¡Feliz Jueves!

Mary Wilson